“La música no es delito”

Desde hace más de cuatro años, que el grupo “Jamaicaderos” es victima de la política anti-cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, coleccionando multas y mediaciones por “usurpación de espacio público, mercadería ilegal (ventas del Cd), que por más que sea de manufactura artesanal de producción casera, son competitivos con las discográficos y por instigar a las salideras bancarias, ya que muchas veces estamos en Florida y Diagonal Norte”

“Jamaicaderos” es un grupo musical de reggae, que se dedica al arte callejero, regalando su música a quien pase por la zona de San Telmo o el centro de Capital Federal. Desde “Barrio, Tal vez” , tuvimos la oportunidad de conversar con uno de los miembros del grupo para que nos cuenten y nos pongan al tanto de la situación por la que están pasando. 

Alejandro, indignado y un poco cansado por las instigaciones con las que conviven hace varios años, expresó: “Esto sucede desde hace más de 4 años, nosotros queremos tener un dialogo con algún funcionario de la ciudad, pero ellos usan estos organismos para penalizarnos”, haciendo referencia a la falta de atención que reciben por parte de los diferentes organismos que dependen del Gobierno Macrista y recalcando el mal uso de los ministerios. Y haciendo hincapié en que “lo que lamentablemente para el sistema utiliza como un castigo lo que sería el trabajo humanitario, para nosotros es lo más agradable que nos puede pasar, nos honra poder hacerlo”. 

Hace tiempo que diferentes grupos musicales, movimientos ligados al arte, centros culturales, artistas callejeros, entre otros, vienen siendo victimas del mal uso de diferentes políticas y leyes. Alejandro, no ajeno a ello, criticó: “Hay tres leyes que están usando muy mal. Artículos 82 que habla de los ruidos molestos, para constatarlo tienen que venir con el aparato para medir el ruido, pero ellos no lo hacen e inducen a la irritabilidad de alguna persona muy sensible, y en base a esta denuncia abren el acta. La segunda es la Ley4121, artículo1516 dice que la música callejera no es delito. Y por último artículo 32 de la parte 6ta de la Constitución que propone preservar y conservar las actividades culturales en el espacio publico. Ellos son los que incumplen las leyes y encima tienen algo gravísimo, que no lo pueden dar vuelta con nada, que es el simpatía por la defensa del arte y la cultura en la calle”.

Afortunadamente, todo el grupo se sigue manteniendo en pie, pese a los ataques recibidos por el GCBA. “Nosotros vamos a seguir compartiendo, defendiendo y disfrutando el derecho al arte y la cultura y juntando. ¿Si hay multas? Las seguiremos juntando, coleccionando, porque estamos convencidos que no estamos equivocados”, cerró Alejandro.

¡Entrevista con Alejandro!